EXPOSICION

La pintura impresionista de Manuel Vacas está marcada por la energía que le confiere el color intenso y el encuadre de la escena sobre el lienzo. Sus cuadros son increíblemente vivos y llenos de movimiento. En todas sus obras se puede ver un elemento en común, que es esa vinculación del artista con el paisaje urbano de la ciudad y que Manuel Vacas representa encontrando un equilibrio entre el diálogo humano del día a día, a modo de escenas costumbristas y la energía estética que crea la propia arquitectura lineal y angular ascendente de los edificios; o la perfecta representación del ambiente, el aire, la polución, el tránsito vial o la vida cotidiana de los peatones en las grandes ciudades como Nueva York (aunque a veces también se permite licencias como representar la mezquita cordobesa, o alguna escena de la naturaleza o algo que le llame la atención...) Su pintura busca captar el momento, (como dije un momento fugaz que pasa, de ahí el movimiento que genera la escena), no es realismo clásico, por cuanto no matiza el detalle, y deja que sea el enfoque visual de la obra a media distancia, el que configure en la retina del observador ese detalle. Pincelada amplia, suelta, buena técnica, paleta cromática extensa, paisaje urbano, vida costumbrista, deleite para los sentidos.